Accesibilidad digital

Por: Abraham Muñoz, Capaz Perú

Entrevista a Andrea Burga, periodista.

 

El presente artículo es el resultado de una entrevista realizada a Andrea Burga, periodista de la Universidad Católica, especialista en temas de discapacidad y parte de la misma comunidad. En esta oportunidad, hablamos con Andrea acerca de la relación entre discapacidad y accesibilidad virtual, también nos compartió experiencias personales e investigaciones que ha realizado en dicho ámbito. Para empezar, es necesario definir dos conceptos claves, el de accesibilidad y el de digitalidad.

 

La accesibilidad, por definición de la RAE, se entiende como la cualidad de fácil acceso. Sin embargo, al profundizar más sobre el concepto, encontramos la definición de Alonso López (2003), quien  propone entender la accesibilidad desde un enfoque de derechos:

 

La accesibilidad permite que cualquier persona pueda disponer y utilizar las edificaciones, servicios o productos en igualdad de condiciones que los demás.  También se entiende como la relación con las tres formas básicas de actividad humana: movilidad, comunicación y comprensión; las tres sujetas a limitación como consecuencia de la existencia de barreras”.

 

Por otro lado, tenemos entendido que la digitalización está asociada a la modernidad y a la adaptación de las nuevas tecnologías. Por ejemplo, el uso de pantallas táctiles en celulares, la disposición de artículos en Internet y el empleo de redes sociales para comunicarnos. La RAE (2014) en una de sus definiciones, lo considera como un adjetivo: “Dicho de un dispositivo o sistema: Que crea, presenta, transporta o almacena información mediante la combinación de bits”. Esto último está asociado al sistema binario, basado en el lenguaje de las computadoras, por ende, a la información disponible en Internet.

Todos estos conceptos fueron abordados con Andrea, empezando por la accesibilidad de las páginas web hacia personas con discapacidad: “Las páginas web utilizan programas muy complicados para cualquier usuario, esto complica el acceso a la información”-nos cuenta la activista quien tiene una importante presencia en las redes sociales de nuestro país. Observamos que muchos sitios en Internet no utilizan un software (programas de computación) amigable o de fácil interacción para personas ciegas o sordas. Ante ello, la comunidad con discapacidad encuentra muy pocas vías para realizar un pedido o reclamo, por ejemplo, hacer valer su derecho a la consulta cuando se publican normativas estatales “escaneadas” en lugar de un formato accesible y de fácil lectura. 

Según nos cuenta, las pocas compañías que sí han avanzado en temas de accesibilidad han sido los bancos, pero que lo realizaron de manera indirecta o intuitiva, no precisamente pensando en la comunidad con discapacidad, sino en su propio beneficio empresarial en el caso de transferencias bancarias: “El sistema bancario tiene bien detallado la ruta de sus pagos, pero esto no lo ha hecho pensando en la comunidad con discapacidad, sino para que sus clientes, en general, depositen o hagan transacciones de manera sencilla”, nos dice Andrea.

Sin embargo, el tema de la accesibilidad en el Perú no sólo se explica por la ausencia de páginas o plataformas adecuadas, sino por el acceso a Internet y la cobertura de señal en los hogares peruanos.

Andrea nos comenta que la brecha digital continúa siendo un problema prioritario en el país y esto ha quedado más evidenciado a raíz de la pandemia, donde sólo un sector de los profesionales pudieron realizar teletrabajo. En el caso de la comunidad con discapacidad, el acceso al teletrabajo fue más reducido, pues se necesita de lectores de pantalla o subtitulado, que muchas empresas no los contemplaron.

Es evidente la importancia de la tecnología en nuestra vida cotidiana, pues Internet nos facilita herramientas digitales que sirven para el desarrollo de nuestra autonomía. A pesar de esto, se considera el acceso a la tecnología como un privilegio: “La tecnología permite la autonomía, pero acceder a ella en el Perú resulta un privilegio.”-aclara nuestra entrevistada. El no priorizar la tecnología como un derecho, sino como un privilegio, genera un retraso en el aprendizaje personal de cualquier persona y una pérdida de productividad para cualquier institución que no pueda adaptar sus recursos digitales de manera accesible. 

Andrea nos comenta que en Perú aún se entiende la discapacidad como un tema físico; es decir, el uso de rampas, sillas de ruedas o baños exclusivos más grandes. Sin embargo, esto satisface las necesidades fisiológicas primarias, no necesariamente genera la autonomía en otros aspectos importantes en la vida de las personas con discapacidad, como el acceso al trabajo, centros de recreación, estudios, etc.

También refuta que la sociedad aún no ve a las personas con discapacidad como sujetos en pleno derecho, pues a muchas personas les cuesta olvidar el modelo médico de la discapacidad, el que plantea que la persona está enferma y debe curarse para incluirla en el sector productivo. Esta visión es compartida por las empresas públicas y privadas, aún con las medidas legales de empleabilidad, las cuales no llegan a satisfacer las necesidades de crecimiento personal de la comunidad: “Aún el dirigir un presupuesto a las personas con discapacidad continúa siendo visto como un gasto, pero no una inversión a largo plazo”– reclama la activista.

Lo cierto es que para saber las necesidades de las personas con discapacidad es necesario elaborar auditorías y estudios que no solo midan el grado de satisfacción de esta comunidad sino que se les consulte como lo estipula la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad. Tarde o temprano, la accesibilidad beneficia a todas las personas sin distinción, les brinda una mejor calidad de vida. Recordemos que todas y todos somos sujetos de derecho, independientemente de nuestra condición de vida. 

¡Por un Perú justo, accesible e inclusivo!

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Andrea Burga, 27 años. Periodista por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Miembro de la comunidad de personas con discapacidad visual. Activista, artista y cantante aficionada. Trabaja en SODIS. 

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MIRA NUESTRO VIDEO SOBRE ACCESIBILIDAD Y REDES SOCIALES.

https://youtu.be/cnk26ZxplTE

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YAPE/PLIN a nombre de Franccis Grández Seminario (representante legal)

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