En el marco del Día Nacional de la Persona con Discapacidad en el Perú, el equipo de “Romeo, Julieta ¿y yo?” fue invitado a compartir con UNICEF Perú los aprendizajes, retos y resultados de todo el proceso de creación del proyecto. La sesión reunió a artistas, familias, docentes y al equipo de CAPAZ para dialogar sobre cómo una experiencia artística puede transformarse en un espacio de desarrollo personal, autonomía y participación cultural para jóvenes con discapacidad.
Una experiencia artística que se convirtió en un proceso integral
El proyecto nació a partir del taller de teatro Aliadxs, un espacio de formación accesible que reunió a jóvenes con discapacidad intelectual—entre ellas y ellos, personas con síndrome de Down—para explorar el teatro desde el juego, la expresión y la construcción colectiva. Con el tiempo, este espacio dio lugar a la creación del montaje “Romeo, Julieta ¿y yo?”, una propuesta que reinterpreta la obra clásica desde la diversidad, la autonomía y la mirada contemporánea de sus protagonistas.
La experiencia abarcó:
- Procesos de exploración corporal y emocional.
- Entrenamiento actoral con enfoque de accesibilidad e inclusión.
- Trabajo intensivo con familias para sostener la autonomía y la confianza de los jóvenes.
- Acompañamiento docente y artístico con enfoque de accesibilidad cultural.
- Construcción colectiva del montaje desde la voz y experiencia de los propios participantes.
El resultado fue más que una obra: un proceso de crecimiento, vínculo, decisión creativa y participación cultural para todas las personas involucradas.
Diálogo con UNICEF Perú
Durante el encuentro, el equipo del proyecto compartió una sistematización honesta y profunda sobre:
- La importancia de construir espacios de arte accesible desde la experiencia vivida.
- El rol de las familias en el acompañamiento y fortalecimiento de la autonomía.
- Los desafíos de producir obras inclusivas en un país que aún enfrenta múltiples barreras.
- La potencia del teatro como herramienta para desarrollar habilidades comunicativas, afectivas y sociales.
- La relevancia de contar con docentes y artistas sensibilizados en discapacidad y accesibilidad.
Participaron Mateo y André (actores con síndrome de Down), Ena Pinto (madre de familia), Claudia Rentería (docente y asistente de dirección) y Déborah Grández Seminario (directora y gestora del proyecto). Fue un espacio de escucha activa y reflexión colectiva sobre cómo proyectos artísticos accesibles pueden abrir caminos para la participación plena de jóvenes con discapacidad en la vida cultural del país.
El intercambio con UNICEF refuerza la importancia de documentar, sistematizar y compartir experiencias que colocan a las personas con discapacidad en el centro de la creación artística. Proyectos como “Romeo, Julieta ¿y yo?” muestran que la accesibilidad no es solo una condición técnica, sino una práctica de justicia, autonomía y representación.
¡Por más procesos que celebren la diversidad como potencia creativa y como derecho!
